Publicado: 7 de Agosto de 2019
El agua caliente es, después de la calefacción, el segundo consumidor de energía de nuestros hogares: entre un 20% y un 30% del consumo energético total. Lo que quiere decir que, si sumamos el gasto de electricidad, gas o cualquier otro combustible que utilicemos en la vivienda, aproximadamente entre el 20% y el 30% de ese dinero lo estaremos invirtiendo en calentar agua.
Un grifo convencional abierto consume de media alrededor de 10 litros por minuto. En el caso de la ducha, este consumo se incrementa aproximadamente hasta 20 litros por minuto. En nuestro día a día, cuando abrimos un grifo en una posición distinta a la de agua fría, estamos utilizando agua caliente que en muchos de los casos no es necesaria.